Ernesto Sábato dijo alguna vez que “hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse”. Me resisto a resignarme que mi país siga como está. Proteger nuestra minúscula parte de la humanidad es deber de todos y es un desafío más educativo que cualquier cosa. Docentes y padres estamos más retados que nunca a responder a una realidad cada vez más injusta y compleja.
La educación ha de contribuir a la formación de una conciencia responsable y solidaria, con capacidad crítica e informada; debe partir de la realidad para preparar al educando a afrontarla, a cambiarla en función del bienestar común. Esa conciencia formada en los y las jóvenes deberá, para ser verdadera, de provocar una explosión volcánica de compromisos , grandes y pequeños, con el entorno social, de participación y actitud de alerta ante los procesos políticos, económicos y culturales. Comentar y analizar con su hijo las noticias diarias y acontecimientos sociales de mayor envergadura puede ser fortalecimiento de la comunicación intrafamiliar, y a la vez, un estímulo para el desarrollo de destrezas de pensamiento. Sugerimos tener un espacio con los y las chicos(as) donde se les pueda lanzar alguna pregunta vinculada a las noticias de manera que sienta la manera como eso se relaciona con él. Un ejemplo podría ser: hija, con esto del aumento n el precio del petróleo, ¿cómo crees que podemos hacer frente como familia a esa situación?, ¿qué le sugerirías tú al gobierno dominicano?
Hace un tiempo atrás veíamos las imágenes de la tragedia de Jimaní. Pues en el proceso de formación integral de sus hijos, hechos como ese podrían constituirse en patrimonio pedagógico familiar. Esta desgracia nos obligó a ver lo que no queríamos: nuestro fracaso como país contra la pobreza, la carencia de un proyecto de nación y el más capital de los pecados, la indiferencia. Comprobamos en todos los medios de comunicación la miseria que alberga y produce nuestra sociedad. Esto podríamos convertirlo en una experiencia que propicie la educación, que mueva al compromiso contra la pobreza palpable y latente. Hacer que sus hijos vean las imágenes en televisión o periódico y luego comentarlas con ellos en la línea de promover en ellos la interpelación, ¿Cómo te sientes al ver eso?, ¿ Te sientes motivado a ser algo al respecto?
Reflexiones acompañadas en ese espíritu lograran promover el valor de la sensibilidad y la solidaridad en sus hijos. Ambos antídotos de la brutal indiferencia que podría aislarlos de la situación de sus país. El desafío es educar ciudadanos conscientes de la pobreza y de sus causas, motivado a luchar contra ella, formados en valores y actitudes que generen vínculos sociales capaces de integrar a los marginados de la sociedad, o en todo caso, ciudadanos comprometidos con no generar más exclusión social. De nada sirve seguir educando por educar, contribuyendo con un perfil de ciudadano que solo consume y fortalece en cada segundo el “ vandalismo individualista del consumismo” , del que escribía Boff. La desigualdad social es uno de los logros que limita su accionar a la mera acumulación de conocimientos y a determinado número en una casilla evaluativo.
Educar desde y para el compromiso ciudadano en esta sociedad empobrecida, de manera integral, actualizada, interdisciplinaria, encarnada en la realidad y centrada en el desarrollo de competencias, es el gran reto de la educación dominicana en el siglo XXI. La lucha tenaz para responder a estos desafíos es una lucha patriótica con la envergadura, investidura y urgente redundancia de prioridad nacional prioritaria.
Problemática como el tema de la migración haitiana , la globalización, la disyuntiva entre lo que es necesario y lo que es capricho sin algunos de los tópicos generadores para conversaciones espontáneas e informarles en el vehículos, en el desayuno o en un ascensor para ir empujando un proceso real de formación en valores que verdaderamente impacte la conciencia ciudadana de las y los jóvenes.
La cultura de diálogo, la dimensión ética, los derechos humanos, la conciencia crítica y la promoción conjunta de creatividad y compasión deben ser auténticos pilares de concreto armado de los cuales las y los jóvenes se apropien. Eso son los cimientos de una sociedad democrática, participativa e integradora compuesta por ciudadanos comprometidos. Hacia allá estamos obligados a caminar o no volveremos a caminar.
Yulissa Alvarez de Rodriguez
Dic 19, 2009
13:35 pm
Profe Alci:
¡Qué Bello Artículo!.
Pero siento que nuestra generación está tan desesperanzada que está dejando a las próximas generaciones ser las procursoras del cambio.
Nosotros hemos heredado un planeta explotado y contaminado, unos gobiernos corruptos y una sociedad en extremo consumista, una inversión de valores y anti-ídolos.
Creo que el cambio debe de comenzar hoy, por nosotros. Esa es la mejor educación que podemos dejar a nuestros hijos y generaciones por venir: NUESTRO EJEMPLO, podemos hablar con ellos, comentar las noticias y hacer sobremesas intelectuales, pero si no los llevamos a tener el contacto fisico con la pobreza, con la enfermedad o la desvastación, jamás la entenderán, por lo tanto serán incapaces de presentar soluciones!!!!
Creo que para concientizar a nuestros hijos debemos de romper nuestros patrones heredados de pasividad y empezar a actuar, no esperar que “el otro” haga por mi.
Debemos nosotros los padres y educadores encontrarnos con la verdadera realidad que vivimos, y hacernos conscientes de nuestra crítica situación.
Tengo mucha esperanza en mis hijos, pero ellos se compremeterán con su sociedad si empiezo yo primero.
Yulissa
teresa
Nov 27, 2010
18:12 pm
¿Es posible educarse en una sociedad empobrecida?
Nos reservamos el derecho de publicar y/o editar los comentarios recibidos.
© F@roMundi 2009. Todos los derechos reservados.
Desarrollado por iNTERMADE Web Creations
Ultimos Comentarios