Los estudios de investigación muestran que los niños que crecen con valores fuertes y positivos son más felices y son más capaces de equilibrar sus deseos y necesidades personales con los de los demás y hacer aportes positivos a la sociedad.(Departamento de Educación de los Estados Unidos)
Ciudadanos responsables. Buenos ciudadanos. Personas responsables. Buenas personas. Ciudadanos que son personas. Personas con compromiso ciudadano.
La sociedad presente los demanda, los exige, los necesita; pero, ¿los está creando, promoviendo, construyendo? Lanzar esta pregunta es poner los ojos en dos rostros : el de los padres y el de los maestros.
Padres y madres tienen cada día una oportunidad única. Hacer de sus hijos e hijas ciudadanos responsables, comprometidos, sensibles socialmente. Un medio eficaz para alcanzar este anhelo puede resumirse en tres palabras: testimonio, testimonio, testimonio. Las palabras pueden convencer, el testimonio puede “arrastrar”. Es el punto de partida. Al ver en nosotros “el amor a la Patria”, nuestros hijos amarán esta tierra, respetarán lo que la representa, se identificarán con sus valores, serán protagonistas de su presente y apostarán por su futuro. El respeto de las leyes superará a la anarquía, la búsqueda de bien común será vencida por el individualismo, el valor por “lo nuestro” brillará frente al anhelo por “lo de fuera”, el prójimo será valorado por lo que es y no por lo que tiene; aspectos todos que anhelamos, que la sociedad anhela y que junto a muchos otros pueden ser realidad, solamente si nosotros, padres y madres, vivimos estos principios primero. Es este el camino para que nuestros hijos e hijas dejen de ser meros consumidores que tienen derechos y muy pocos deberes.
Maestros y maestras son colaboradores en este rol, pues “padre y madre son el primero y más importante maestro de un hijo”(1). Cada instante compartido entre educador y educando debe ser capaz de “mover corazones” , de transformar y hacer crecer no solo intelectualmente sino interiormente. Mover corazones hacia el trato respetuoso a los demás, hacia el saber escuchar y valorar las opiniones, hacia la conciencia de los deberes innatos, hacia la atención a las normas de convivencia, hacia la solidaridad para con quienes lo necesitan, hacia el sentido de compromiso con el país, hacia la conciencia de ser ciudadanos responsables. El maestro también es testimonio. En nuestras actitudes, relación hacia los alumnos, metodologías de enseñanza, transmitimos y mostramos los valores del ser ciudadano que son parte de la persona integral que la sociedad necesita. La experiencia de la docencia es un espacio privilegiado que debe integrar explícitamente esta dimensión buscando promover un estudiante que:
Padres y maestros como piedra angular, deben encontrar de manera imperativa puntos y espacios concretos que se conviertan en mediaciones pertinentes para unir esfuerzos hacia los niños, adolescente o jóvenes.
El proyecto “Cómo ayudar a su hijo a ser un ciudadano responsable” (2) ofrece sugerencias para esta colaboración padres-maestros en beneficio de la construcción de valores que garantice el éxito tanto en la escuela como en la vida:
Padres y madres responsables. Hijos que son buenos ciudadanos. Maestros con compromiso ciudadano. Alumnos que son personas conscientes de sus deberes ante la sociedad.
Margaret Spellings, Secretaria de Educación de Estados Unidos
Departamento de Educación de los Estados Unidos U.S. Department of Education
Irma Garcia Espinola
Ago 18, 2014
7:27 am
Hermosa Reflexión!!!!!!!!!!!! la compartiré para que nos ayude a meditar que hacemos como padres de familia respecto a la educación que reciben nuestos hijos.
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