La Estrella Especial

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Papá Dios convocó el concurso el 23 de Noviembre. Voy a elegir una estrella para guiar  a los Reyes Magos desde el Oriente hasta la cueva de Belén.
La estrella ganadora recibirá un brillo especial y aparecerá en todos los nacimientos, en el piquito de los arbolitos y de las postales de Navidad, todos los años.  Hubo un gran revuelo estelar.

Rosa, una estrella enorme, fue la primera en anunciar: — De seguro  que me escogerán a mí. Soy la estrella mayor. Los Magos necesitan una estrella grande, que se vea bien. A mí no me confundirán con ninguna otra.

Rosalía no se quedó atrás y adelantó: — ¡Pues mira que no! Me van a escoger a mí, porque yo soy una estrella de un brillo amarillo elegantísimo. Esos Reyes son gente de sociedad, no van a mandar a una estrella mal vestida a trazarles el camino.

Ana, una estrella esbelta, sanota y atlética, respondió: — ¡Olvídense de concursar! Yo soy la estrella más veloz de toda la noche. Hay mucho trecho desde Oriente hasta  la cueva. Ustedes se quedarán a medio camino con la lengua afuera y los picos doblados. ¡Yo sí llegaré!

Y así fueron declarando muchas estrellas.
Nadie se fijó en Tina. Era una estrella coja. Una de sus puntas era más chiquita que las otras. Un cometa la había atropellado de niña. Los que la conocían, sabían que Tina jamás  privó en nada, nunca se adornó con ningún brillo. Sólo quiso ser Tina. Se presentaba así: — yo soy Tina, ¡quiéranme como soy!

El Ángel San Miguel, puso orden en la Asamblea. Papá Dios va a proclamar el nombre de la estrella ganadora. A ver, las estrellas del cielo dominicano, ¡dejen el alboroto!
Papá Dios, con voz fuerte como de trueno se dirigió a la enorme constelación de estrellas:
–Primero, voy a motivar el premio. Necesitamos una estrella especial. Por un lado, debe de ser sencilla, porque a una estrella orgullosa no se le va a pegar el brillo, que yo le voy a dar. Ésta misión pide, una estrella pequeña, una estrella grande brillará por su tamaño y no por su luz y los Reyes sólo la van a conocer por su luz diáfana y clara.  Hace falta una estrella que vaya despacio, para que los Reyes la puedan seguir al paso de sus camellos. Quiero enviar a una estrella humilde, que todos se sientan bien con ella y  no compita con nadie, porque cuando llegue la Navidad, la verdadera estrella no estará en lo alto del cielo, sino abajo en el suelo. Por lo tanto, he elegido a Tina. ¡Ella es mi estrella especial! Tina tiene un corazón noble lleno de luz. Ella brilla desde adentro hacia fuera, y como nunca ha privado en nada y es tan sencilla y sincera, va a coger muy bien el brillo que yo le voy a dar.

Tina se acercó despacio en la tribuna y le dijo a Papá Dios.
Gracias, Señor, recibo esta misión en nombre de todas las estrellas especiales del cielo y los niños y niñas especiales de la tierra.
¡Alégrense todos! En Navidad, ¡Todos somos especiales, porque descubrimos que Papá Dios nos quiere como somos, para que seamos como Él nos quiere.
Manuel Maza sj. 23  de Noviembre, 2010.
Para los niños de Kids Create,
pensando en unos amigos de Adosid y sus estrellas especiales.

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