En una tesis presentada en el 2006 sobre cómo ayudar a desarrollar la motivación intrínseca en los estudiantes, presentada por Nizel Fernández, y realizada en un colegio privado de clase alta en la ciudad de Santo Domingo, los resultados, arrojaron lo siguiente: Se escogieron los niños que tenían notas excelentes en 4to. a 6to. grados de primaria y se hizo una evaluación individual con un cuestionario, y solo 6 estudiantes tenían una motivación intrínseca porque disfrutaban el aprendizaje, el resto de los 22 estudiantes que tenían notas excelentes, estudiaban por una nota, por un premio, o por evitar el castigo (motivación extrínseca) y reportaron no disfrutar el aprendizaje.
Conocer las características de los niños que cuentan con una real motivación al aprendizaje, que tenían una curiosidad intrínseca sobre el conocimiento y que luego es reflejada en las calificaciones, y conocer la manera en que los padres de estas familias han conseguido estimular a sus hijos para que estos se sientan motivados interiormente al aprendizaje, fueron los objetivos de esta investigación.
El interés parental positivo, que se manifiesta en el involucramiento en la vida académica de los alumnus, ayuda a fomentar la motivación interior hacia el aprendizaje, que se hace evidente en el éxito académico de los niños.
En una investigación publicada por el Southwest Educational Development Laboratory (2002) se estableció que los niños de padres involucrados en su desarrollo obtenían:
Programas que promueven la lectura familiar, las tutorías de padres a hijos en las tareas y proyectos escolares tienen a generar mejores resultados. Las formas activas producen más beneficios que los padres que están involucrados pasivamente.
Se entiende como participación activa los padres que se comunican frecuentemente con los profesores, que firman las comunicaciones escritas, y atienden a las reuniones de padres. Los padres que son considerados pasivos son los que se involucran en la solución de problemas pero no se comprometen a participar de forma activa en el proceso de educación de sus hijos. Mientras a más temprana edad se dé un involucramiento activo de los padres, mejores serán los resultados en el desarrollo del niño. También los que promueven el aprendizaje a través de lectura por placer, viajes, visitas a museos, Etc., ayudarán a desarrollar motivación intrínseca.
El involucramiento de estos padres en el desarrollo del aprendizaje de sus hijos comprende la cotidianidad del día a día como el ver TV, juegos de mesa, conversaciones o el ir a la iglesia juntos. Añadido a esto la mayoría de estos padres realizan otras actividades para promover el aprendizaje, como son viajes y paseos. Este seguimiento continuo al aprendizaje y la diversión permite que se fortalezcan los vínculos de los padres con los niños, permitiendo la canalización de información de un subsistema a otro y promoviendo la comunicación afectiva de los miembros.
CONCLUSIONES
Los padres de los 6 estudiantes, escogidos para este estudio, se involucran supervisando la realización de tareas y deberes escolares, guían los procesos de búsqueda de soluciones. Realizan actividades en el día a día que fomentan el aprendizaje, y actividades no cotidianas y lúdicas que también lo promueven. Proporcionan límites y afecto lo que suscita la seguridad en los niños. Le regalan a sus hijos tiempo de calidad, donde el niño se siente apreciado, estimulado en un ambiente lúdico.
¿Cómo influyen las actitudes de los padres en el rendimiento escolar y en la actitud hacia el aprendizaje de los niños, motivados intrínsecamente? Los padres de la investigación valoran más el esfuerzo realizado por los niños que el resultado que obtienen en las calificaciones, lo que es percibido por los niños fomentando su autovaloración, e independencia. Es decir, no son factores externos lo que motivan al aprendizaje, como son por ejemplo: recibir premios y afecto por sacar buenas notas, o evitación de castigo, como surgieron los niños con un índice sobre 3.4, pero que no fueron seleccionados para esta investigación, porque sus respuestas en el cuestionario sugerían una motivación extrínseca.
Esta valoración proporciona sentimientos de confianza y seguridad, los padres valoran las características morales de sus hijos más que el éxito que estos alcancen.
Evaluando los resultados de la investigación, entendemos que las familias que logran tener un ambiente estructurado para el aprendizaje, que son cercanas afectivamente, que guían el proceso de aprendizaje pero sin asumir las responsabilidades de sus hijos, que motivan el esfuerzo y el aprendizaje, más que los resultados en las notas, y valoran sus hijos tal como son, fomentando valores morales en ellos, tendrán más posibilidades de tener hijos con motivación intrínseca hacia el aprendizaje.
Los padres valoran las características morales de sus hijos más que el éxito que estos alcancen.
Daniel Calderón.
Ene 16, 2012
5:16 am
Es un artículo muy enriquecedor. ¡Cuanta verdad! Ojalá que la información que contiene este artículo llegue a todos los padres.
¡¡¡Excelente Artículo!!!
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