El Libro, La Lectura y Su Efectividad en Los Niños

Los libros constituyen un elemento fundamental en la educación de los niños y jóvenes. La lectura se convierte en vehiculo para el aprendizaje, para el desarrollo de la inteligencia, para la adquisición de cultura y para la educación de la voluntad, pero es también la llave del habla y de la escritura, de las habilidades necesarias para transmitir ideas y sentimientos: en suma, para hacerse entender y para ser socialmente más activos e influyentes, más capaces de mejorar lo que nos rodea y a aquellos con quienes compartimos nuestra vida.

El libro es un factor de identificación y de transferencia: a través de él, el lector se comunica con otras culturas y se afirma en sus principios y sus creencias.

La lectura es la principal puerta de los descubrimientos en todos los ámbitos. Con apoyo los niños y jóvenes afirman en ella su desarrollo efectivo, individual y social y afianzan su personalidad. Reciben información sobre el entorno y sobre si mismos, y aprenden a interpretarla y a enriquecer su experiencia vital, convirtiendo la lectura en una herramienta de análisis y crítica, provocando una transformación del pensamiento y no una simple acumulación de información.

El libro y el gusto por la lectura es uno de los mejores regalos que se pueden ofrecer a los niños y los jóvenes. Nadie puede negar que el libro constituye, por tanto, una gran oferta de valores.

La literatura en la niñez desarrolla destrezas orales y escritas, discernimiento y criticidad. Los niños precisan del apoyo de sus padres y de la escuela para desarrollar plenamente sus habilidades literarias.

La lectura es una costumbre que conviene cultivar; no solo porque beneficia el mundo interior del niño, sino porque reporta beneficios al seno familiar.

Además, estos pequeños suelen perder el miedo escénico y participar con más libertad en las cosas que hacen. Fomentar estas actitudes permite que los infantes desarrollen curiosidad y destrezas, aportes que les servirán para el establecimiento de relaciones en los planos educativos, laborales y sociales.

La herramienta principal para el éxito académico es la lectura, por ello, en la Biblioteca Básica la idea es introducirlos poco a poco al mundo de la literatura, siempre orientándolos según sus preferencias y el género que más dominen.

En cada actividad desarrollada en la Biblioteca lo que hacemos es sugerir porque, en general, tratamos de que el pequeño lector y/o escritor sea libre. Trabajamos en la técnica y la motivación.

Mientras que para fomentar estas conductas en casa lo ideal es que los padres reserven un momento sin prisas, que invite a los hijos a sentirse relajados y felices. Desarrollar estas dinámicas es más fácil en la actualidad, ya que las familias cuentan con muchas herramientas que hacen el proceso de integración  más práctico y balanceado.

Los estudiantes emplean muchas horas al día utilizando los medios de comunicación electrónicos (TV, computadora, juegos, sistemas) y solo leen por algunos minutos. Por este motivo la lectura debe ser promovida y no tan solo en la escuela sino también en casa, puesto que como todos sabemos los niños copian los modelos que ven en su casa.
Aquí exponemos una serie de consejos que consideramos clave para obtener este objetivo:

1. Lectura diaria en la casa. Ayude a su hijo a fijar una hora determinada cada día para leer en su casa  libros de diferentes géneros (históricos, de ficción y no ficción, fantasías, fábulas, cuentos de hadas, mitos y biografías)  que sean adecuados a su nivel de lectura. Lean libros nuevos o repacen los que ya han leído por 15 o 30 minutos después de cenar o antes de acostarse.
2. Sea un buen ejemplo (leyendo). Lea usted también un libro o revista cuando sea  hora que su hijo lea.
3. No hay descanso para la lectura. La lectura diaria de su hijo debe ser precisamente eso, diaria, inclusive durante las vacaciones. Lleve en su próximo viaje libros que puedan disfrutar toda la familia.
4. La familia lee en voz alta. Apague la televisión e inicie una tradición familiar leyendo juntos todas las noches un capitulo o dos de un libro favorito de su infancia. Puede ser que hasta los adolescentes les guste leer en voz alta si eso significa estar unos minutos más con mamá y papá.
5. Elección del lector. Pídale a su hijo que se rehúsa a leer que seleccione su propio material de lectura – ya sea un libro de cómo hacer cosas, una canción o un libro de chistes, una revista de algún interés especifico, una página de deportes, o una novela de dibujos animados.
6. Miembro con tarjeta. Ayude a su hijo a sacar su propia tarjeta de la biblioteca. Las ideas regulares a la escuela y la biblioteca le dan a su hijo una amplia variedad de materiales de lectura. Ayude a su hijo a seleccionar libros apropiados a su nivel de lectura. Los libros para niños pequeños tienen que tener ilustraciones para fundamentar el cuento.
7. Inicie una biblioteca. Ayude a su hijo a que inicie su propia biblioteca. Visite con el las tiendas de libros, ferias, venta de rebajas en las bibliotecas y venta de libros en la escuela.
8. Únase a un club/grupo de lectores. Puede ser que su hijo mayor disfrute leer y platicar con sus amigos acerca de un libro. Averigüe en la  escuela y en la biblioteca si hay algún club/grupo de lectores o ayude a su hijo a iniciar uno.
9. Hay lecturas en todos lados. No se limite a leer únicamente libros. Señale y lea durante el transcurso del día los letreros de tiendas, cajas de cereales, letreros de las calles, menús, reportes meteorológicos, recetas, instrucciones de juego, enlistados de películas y más.
10. Este al pendiente de problemas con la lectura. Infórmese que es lo que su hijo tiene que aprender en su grado y pregúntele al maestro sobre su progreso escolar. Apoyo extra en la lectura es beneficioso para su hijo si es que tiene problemas con la lectura de rutina (letreros e instrucciones), si lee muy despacio sus tareas, o si evita la lectura de placer.

Tomando en cuenta todos estos pasos y logrando hacer una selección adecuada de libros que abarque todos los niveles educativos, concluiríamos en tener, la clave en la formación integral de niños y jóvenes en estos tiempos.